jueves, 15 de noviembre de 2007

Qué dirá la gente

Demasiado advertido por aquello de que “tienen ojos, pero no ven; tienen oídos, pero no oyen”, he querido ver y oír, no aquello que yo querría, sino lo que efectivamente está alrededor mío. No creo en el “poeta vidente” de Rimbaud que pretendía llegar a ver lo que nadie ha visto a través del caos de los sentidos sometidos a todos los excesos.

He puesto mis esfuerzos en estar consciente y lúcido para poder ver y oír. No ha resultado fácil obtener dicho estado cuando un caos ordenado a uno lo empuja a los lugares comunes y a la percepción uniformada por la percepción de moda.

Lo que he oído y visto lo dejo por escrito en versos que me han otorgado el placer de unir y atar palabras como gavillas de trigo.

La jornada fue fructífera para mí, por el placer que me otorgó. Si a alguien algo le dicen estos versos el éxito –horrible palabra de hoy- será completo y valió la pena el esfuerzo.




O. U.